martes, 22 de julio de 2008

Haciéndonos de una voz propia. Enfrentando la autocensura y creando política desde la experiencia

"Pienso que la manera de hacernos de una voz propia es indispensable paea la construccion de una cultura reflexiva, que valore y potencie la subjetividad como puente dialógico y relacional, y no como bastión de la intolerancia para la reproduccion del pensamiento único. En ese sentido es necesario acercarnos criticamente a las formas en que ciertos discursos se vuelven hegemónicos, asi como a las prácticas sociales y culturales que los reproducen y mantienen. Guillermo Nungent nos habla del Tutelaje como un orden social y cultural que se establecio al inicio de nuestras republicas latinoamericanas, el cual se forjó en las relaciones de servidumbre en las haciendas y cuyas instituciones modelo son la iglesia y las fuerzas armadas. El tutelaje genera las figuras del tutor y el tutelado donde lo que realmente importa para que funcione es la reconocida incapacidad consesnsuada de los tutelados de representar sus propios intereses, mas que los méritos del tutor. No se trata de dictaduras ni fundamentalismos sino del "mundo que precede a las acciones cotidianas" explica el autor, asi el orden tutelar actualmente es un lenguaje social, "eso quiere decir que es visto como natural no solamente por quienes ejercen la autoridad sino tambien por quienes se encuentran bajo la tutela". Estamos discutiendo aqui de cómo se ha constituido en nuestra sociedad la idea de autoridad -no solo de personas concretas, sino de las maneras por las cuales legitimamos nuestras ideas y prácticas- y como puede influir en nuestra vida cotidiana: El orden tutelar interfiere en y condiciona la elaboración de opiniones propias que implican, como condición, creer en nosotras/os mismas/os y en las cosas que digamos como importantes en la medida de que parten de nuestra experiencia individual y colectiva.

(...)

La práctica política ha sido concebida como un instrumento para llegar a un fin, y no como acto significante en si mismo: generadora de sentido y efectos reales en las vidas de los sujetos,en el dia a dia. Esto quiere decir entender la política mas alla de las esferas institucionales y mas acá de nuestras vidas: no ejercida solo por algunos, sino practicada por todos. Por otro lado la politica como "acto significante" hace el enfasis en el cómo se hace politica , en las maneras en como nos relacionamos, a la misma vez se interroga sobre su sentido mismo (el por que de hacerla).

Generar o Dar sentido a algo, es darle existencia diferente a las cosas que nos importan y que muchas veces se ven ninguneadas o simplemente "no se ven". , se vuelve un trabajo politico de lo simbólico y puesta en juego de la subjetividad. Pienso que los cambios reales -los que tocan, remueven, transforman las vidas- ocurren cuando se da una revolución simbólica: un cambio de sentido de las cosas, donde tanto subjetividad como orden social se ven conjuntamente afectadas. Pero este dar sentido no se trata de un trabajo solamente individual, de una con el mundo (aunque tambien hay de eso), sino mas bien es un trabajo de relación: entre pocas, entre muchas, en diálogos abiertos, en espacios privados, en la calle y mientras se chambea, en la cotidianidad. Se duda y nunca hay que olvidarlo, las mujeres han hecho de esta práctica durante la historia, una forma de vida que mucho no han nombrado como política. Lo que hace el pensamiento feminista es justamente teorizar desde esta cotidianidad, rompiendo las paredes, cuando lo privado quiere ser carcel, y dando sentido político transformador a este conocimiento."


Por Aron Núnez Curto-Sifuentes
Fragmento extraido de la revista feminista La Mestiza (Lima-Peru)

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